La “abuela del cole”, agradecida a toda la comunidad escolar

              Madre, abuela y bisabuela: sus hijos, nietos y biznietos estudiaron y estudian en el Luis Cernuda.
            Es curioso cómo, a veces,  sin proponérnoslo van aconteciendo cosas en nuestra vida que nunca habíamos planificado,  y lo cierto es que,  también a veces, nos proporcionan momentos más gratos que otros que sí habíamos programado. Esta circunstancia me ha puesto aquí y tengo el honor de reconocer que ha sido una maravillosa e inesperada circunstancia. Cualquiera se preguntaría: ¿qué quiere decir esta mujer?
            Perdonad, no me he presentado. Me llamo Antonia Sanz Driéguez y mi circunstancia es que, gracias a no sé qué y a no sé quién, comparto algunas actividades con la AMPA del C.E.I.P. Luis Cernuda.
            Pero no es desconocida en todo su campo esta relación con el colegio. Me remonto a tiempo atrás y recuerdo que mis tres hijos –Ana María, Consuelo y Raúl, ya padres de familia–, empezaron en este colegio cuando empezó a funcionar allá por el año 1974. Yo vivía fuera de la ciudad y todos los días los traía en coche al colegio. Quiero decir que me sentía muy satisfecha con la labor de los maestros de mis hijos y, de hecho, trabé amistad con algunos de ellos. Quizás sin yo saberlo, los genes de mi padre, también maestro durante toda su vida, me hacían sentirme a gusto en el ambiente escolar.
            Lo cierto es que, pasada ya la escolaridad de mis hijos y en marcha en el mismo colegio la de mis nietos y biznieta, he forjado con este centro educativo y todos los que de él forman parte en este maravilloso mundo de la enseñanza, un lazo que me ha cogido a mí, me siento unida a él y todos sus componentes, y en lo poquito que yo sea capaz de aportar estoy dispuesta a colaborar. Tengo que reconocer que me siento muy satisfecha, agradecida y engrandecida por dedicar algunos momentos de mi vida para compartirlos con todas estas estupendas personas.

            He sentido la necesidad de mostrarlo también de esta forma –los que ya me conocen del día a día saben lo que siento–, y quiero dar las  gracias de corazón a todas las personas con las que me reúno y que no nombro porque son  tantas que no quisiera dejar a nadie sin nombrar. Ya sabéis que podéis contar conmigo, colegio Luis Cernuda, en toda su amplitud y que el premio ya me lo habéis dado: ser vuestra amiga y una humilde y pequeña colaboradora. A todos, mi admiración, respeto y agradecimiento.
En Elche, a 17 de mayo de 2012.
Antonia Sanz Driéguez.
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